El General Aurelio Buendía tenía 27 días de encontrarse con los nervios alterados. El pobre había recordado aquella batalla de los años 50’s, donde muchos de sus amigos murieron. Todas esas imágenes de Guerras, dolor e incluso victorias se habían transformado en espectros igual a lobos con fauces y aullidos chillantes que le atormentaban; le sacaban lágrimas pero jamás una sola palabra pronunciaba. El había dirigido una operación militar que asestó u duro golpe a la Milicia de Jiménez, hombre cruel y malvado que sometía a los pueblos a torturas y demás violencias. Se había obsesionado en la búsquedas del pueblo YACURAY, comunidad de Indios de la Serranía Cuchillas de los paramos de chiza. Según la leyenda estaba compuesta por 24 ancianos Mayores y que nunca se dejaban ver, solo esporádicamente y eso a las comunidades cercanas y jefes de tribus. La leyenda hablaba que ellos custodiaban y guardaban tesoros más grandes que el Dorado buscado por los españoles.
El general Aurelio Buendía, era de aspecto tosco, no sonreía, altivo y muy organizado, característico en una persona militar, de un físico admirable a sus 80 años, que hacia contraste con sus cabellos canos y barba del mismo color; era alto y grueso, brazos largos y fuertes que dejaban ver una herida de bala en su brazo derecho que le hizo perder un poco de movilidad en los dedos.
La familia del General Aurelio Buendía, preocupados se reunieron por que lo notaban extraño los últimos días, se le estaba viendo en su rostro un significativo trasnocho, era increíble el cansancio en su cara dibujado y el hecho que dormía de día largas horas y permanecía encerrado en su habitación. Ellos, preocupados lo llevaron al medico del batallón, que lo valoro y les dijo que estaba en perfecto estado de salud, sus exámenes no arrojaban ninguna anomalía, sin embargo le receto unos medicamentos que el general Aurelio Buendía nunca llego a tomarlos.
Pasaron los días y se olvido todo.
Un día a la hora del almuerzo, llamo a su nieto para que le Trajera el periódico para leerlo, también le pidió agua, pero siempre con voz fuerte que Joseph le tenia respeto.
Joseph, era un chico muy despierto, estudioso y siempre ocupaba los primeros puestos en el colegio como mejor estudiante, estatura mediana conforme a su edad 14 años, imaginativo, de piel blanca, cabellos cortos, ondulados, ojos negros y vestía siempre en jeans con zapatos de gomas y suéter.
Todo transcurrió normal esa tarde soleada y lo que restaba de día. Acababa la noche y daba comienzo a una madrugada mágica. Joseph se sentía muy incomodo, no podía dormir, estaba fastidiado, no sabia si era fiebre que tenia o el calor de la madrugada del verano que azotaba duramente a la región de Carmelo. Se levanto con la intensión de tomarse algo, agua o un vaso de leche fría quizás se acordó de un medicamento. Caminaba por el pasillo de la casa que oscuras y silenciosa estaba ya que todos dormían. La habitación del General quedaba cerca de la cocina y Joseph al pasar cerca pudo ver que la puerta estaba entre abierta. De allí se escapaba una luz que se filtraba por fuera de la habitación y esto le llamo la curiosidad y se acerco. Se acercaba mas hasta llegar a la puerta y de ahí mirar todo el espectáculo de colores y formas que envolvían a su abuelo. El general Aurelio Buendía, se veía lleno de una luz dorada que no molestaba los ojos, salían figuras que hacían movimientos sonoros, era parecido a la proyección de una película ante sus ojos. Veía como su abuelo escribía hipnotizado, sus ojos negros muy abiertos, parecían dos luceros reclamando ser vistos en el espacio infinito. En sus manos tenia un libro abierto, una daga y una pluma que no tenia un tintero. Eran dorada la pluma se asemejaba a la de un guacamayo pero del color del oro puro macizo, sus filamentos o pelillos plumosos parecían hilos. El libro era del mismo color de la pluma, sus hojas mas delgadas de las que conocemos del papel normal que era posible ver como se movían al ritmo del viento por efecto mágico, se parecían a ese movimiento del cabello de la mujer mas fino acariciado por los silfos del aire. Sin duda es Oro todo esto Dios mío, pensó Joseph a sus adentros. Joseph estaba asombrado del evento mágico que se acordó y miro el reloj y este marcaba las 3: 00 am, creo que no había pasado mas de dos horas en ese lugar viendo todo, las formas de personitas chiquiticas, que hablaban un idioma extraño con el abuelo.
Lo extraño para Joseph era que lo que escribía su abuelo cobraba vida, figuras, no era necesario leer por que toda palabra se transformaba en personitas que la representaban en el espacio reducido de la habitación. En instantes todo ese momento mágico termino, y el abuelo despertó como de ese sueño y se dispuso a dormir. Joseph trato de ocultarse y e irse a su habitación rápidamente.
A la mañana siguiente estaba más raro que los días anteriores enojado y serio. Llamo a Joseph y le dijo que necesitaba hablar con el.
- ¿que pasa abuelo? Pregunto Joseph intrigado y nervioso.
- Haz violado una ley, lo que viste esta madrugada no lo imaginaste nunca recuérdalo siempre – respondió el abuelo en tono inquisidor.
- Se ha cumplido la profecía- añadió.
- Tengo que salir Joseph, no cometas el error, regreso más tarde – dijo el abuelo.
Joseph quedo pensando, como se habrá enterado el abuelo que estuve ahí viendo, que querrá decir mi abuelo con eso.
No había nadie en la casa, solo Joseph que se quedo por que no tuvo clases ese día, de repente la luz que había visto esa madrugada aparecía en el día, del cuarto oscuro de mi abuelo y comenzó a filtrase por toda la casa y una extraña fuerza lo invadía llamándolo y llenándolo de una ambición malévola y egoísta, con pensamientos negros por el libro.
Busca el libro, ábrelo, y tráelo a mi, esa era la voz repetitiva que hacia eco en las cavernas de la mente de Joseph. El Se dirigió hacia la puerta y llega a la habitación. Luces rojas salían de la pluma y ya no era dorada sino roja, mientras el libro permanecía dorado. El libro y la pluma estaban guardados en baúl de cedro tallado con imágenes indígenas. Joseph ante sus ojos tenía el baúl abierto con el libro, la daga y la pluma, la daga separaba los dos objetos mágicos, la daga estaba hecha en el mango con la forma de la cabeza de un indio. El libro dorado solo tenia una imagen de una indiecita que se arrodillaba con una ofrenda a una águila gigantesca, y que formaba una inscripción en su portada “solo hablo con mi dueño, no me toques, no me leas”.
Por momentos Joseph se resistía, pero era mas la fuerza mágica que lo atrapaba y se escondía en su corazón que sentía tentación a coger el libro y comenzar a escribir. Tomo el libro y el aullido de un Lobo se escucho así mismo la pluma y esta sola comenzó a escribir, se formaban figuras pero ya no tan coloridas si no rojas y colores negros y opacos, se escuchaban gritos y el libro comenzó a abrir sus hojas por los aires y luego desapareció la pluma en segundos, Joseph salió disparado cayendo al suelo dándose un gran golpe en la cabeza, y a la vez el libro cayo al suelo.
En esos instantes el general Aurelio Buendía, llego y se dio cuenta en seguida que había pasado llevando sus manos a la cabeza le gritaba a Joseph, diciendo que el solo podía tomar ese libro que se le entrego en obsequio por la lucha que libro con los indios, para que lo protegiera y nadie lo encontraba, ya que allá habían fuerzas que lo necesitaban para el mal.
La realidad ha sido escrita en el libro, estamos dentro del libro no te ves, en esos momentos Joseph asombrado pero triste se miro y se vio que estaba dentro del libro, podía ver el cuarto solo y una fuerza como plástica no lo dejaba pasar de allí, y para sorpresa miro atrás y vio un enorme bosque, donde los arboles se movían para cogerlo, y seres infernales y criaturas fantásticas, mitológicas e históricas de las edades de la tierra, que solo estaban en las mentes de los que no creían en el mundo invisible. Joseph se desespero y gritaba que lo sacaran de ahí, todo había cobrado vida, la realidad estaba en el libro y pronto ese mundo haría parte del nuestro, podía verse a la gente correr huyendo del terror de conocer esos seres invisibles de la mente, lo místico una realidad.
El Abuelo estaba destrozado, decía que había fallado y había incumplido la promesa de guardar y proteger el libro de fuerzas oscuras, ya que ahora se había despertado su búsqueda nuevamente, ya sabían donde estaba. Se había cumplido la profecía, no había nada que hacer.
En ese instante de caos, aparecieron dos mensajeros, eran seres de luz, los guardianes de los templos de la naturaleza, eran anciano de los bosques, sus nombres eran ARATZ y ESPIRITU DE LA NATURALEZA, que acudieron en su ayuda, para indicar lo debido y por hacer, eran muy sabios.
La profecía se ha cumplido hemos sido llamados y enterados de que el libro ha sido descubierto, y pronto vendrán por el, mataran al que lo tenga, los cazadores y los guardianes de los bosques oscuros de GORAS, llegaran, decían los mensajeros.
El libro despertó a GORAS que yacía dormido por miles de años, la pluma dorada esta en su corazón, desde el momento que el libro fue abierto y sacado del baúl por el extraño y sin el permiso de ESPIRITU DE NATURALEZA, la pluma ha sido devuelta a su dueño, no puede el libro caer en manos de GORAS, todo lo que viste cuando te encerraron en el libro se cumplirá y lo irreal demoniaco gobernara lo real humano, los demonios esclavizaran por la eternidad, no conocerán la muerte, no los dejaran morir para que sufran eternamente y vencerán a la eterna felicidad YACURAY.
Debes cuidarlo hijo, celosamente protegerlo con tu vida, has despertado la furia maligna, el libro debe ser destruido lo mas pronto posible. Debes ir y arrojarlo en el LAGO DE AGUAS VERDES que queda en el bosque del Misial no tienes mucho tiempo solo 48 horas para detener la acción del libro, si no el mismo buscara a su pluma y es GORAS quien lo tiene.
Entonces en ese instante de conversación Joseph recibía la indicación y sabia que había metido la pata, tenia que llenarse de valentía y luchar sabia que esto no era fantasía, luego lo dejaron salir del libro los ancianos mensajeros. Ya están aquí dijo ARATZ, corre los mas pronto y lleva el libro al bosque allá nos encontraremos yo los detendré mientras huyes, no podrás pelear así, usa la daga en caso de peligro, tiene el poder de advertirte que fuerza tenebrosa viene a ti, si esta roja es demoniaca, si es violeta es angelical mensajera, puedes iluminar el camino oscuro del bosque de MIsial, nunca sale el Sol allá, ya no pierdas mas tiempo corre. Joseph y su abuelo corrieron a la terraza, cuando de pronto venían dos amigos de el, que los saludaba y buscaba para ir a jugar futbol, Joseph los despidió de una mientras corría y sus amigos le decían por que corrían, que sucedía. En ese momento un enorme Búho de 3 metros y alas gigantescas, se lanzo contra ellos y se llevo al abuelo, sin que los ancianos pudieran defenderlos, Mientras sus amigos en shock no creían lo que habían vivido, Joseph les explico todo, del libro mágico, de la pluma y de GORAS y su ejercito de demonios si llegasen a despertar por el libro y que la humanidad corría un grave peligro, a los muchachos. Arthur que era un joven de 17 años, deportista y espíritu rebelde, escéptico, corpulento que lo acompañaba LILA, la amiga de Joseph, que era muy hermosa, dulce y de colores como el mar, inteligente y le gustaba viajar mucho, tenía el cuerpo prefecto y cabello negro y piel trigueña ligeramente quemada por el Sol.
Corrieron por toda la ciudad, Joseph y sus dos amigos que se unían decididamente ayudarlo a buscar a su abuelo, aunque Arthur no creía todavía, le costaba creer la historia de Joseph, pero la búsqueda y rescate del abuelo lo motivaba ayudar a su amigo.
Llegaron al bosque y se adentraron era oscuridad total, denso solo se filtraba tímidamente la luz de una luna llena en el firmamento y el opuesto frio de l bosque penetraba hasta los huesos de los muchachos.
Solo podía observase una montaña que iluminaba en su altura un aro de fuego. Cuando se disponían a ir, aparecieron los mensajeros ARATZ Y ESPIRITU DE NATURALEZA, y les dijeron que para donde iban, ellos respondieron a esa montaña, correcto hijo respondió ARATZ, pero primero debo darles algo a ustedes para que puedan ir.
ARATZ saco una bolsa, con alimentos que con solo morderlos, quedaban llenos enseguida, y prosiguió diciendo, he pedido a los ancianos del templo YACURAY por ustedes y han respondido a mi plegaria para que no los dejen solo, por eso han enviado a dos ancianos de l templo YACURAY y instantes aparecieron los Ancianos con armas para ellos, no eran armas comunes, y les conferirían poderes.
Los ancianos los llamaron uno por uno diciendo.
Joseph, hijo te doy el espíritu de TIGRE, tendrás fuerza y velocidad usaras la espada de cobre, dominaras el fuego.
ARTHUR, hijo te doy el espíritu del OSO, tendrás fuerza, y grito de viento, usaras el Arco de hilo de araña, controlaras el viento.
LILA, hija mía, tu eres bella, te doy el espíritu de Nereida, y manos de hierro, usaras la LANZA de punta de diamante, controlaras la tierra.
En instante la magia los envolvió de estos espíritus y los transformo, perdiendo el miedo. Los mensajeros se despidieron deseándoles suerte muchachos deben pasara las tres zonas custodiadas por demonios y criaturas malignas antes de llegar a la cima. Allí encontraran el aro de fuego que le mostrara el camino al lago de aguas verdes. Y ellos emprenden la subida a la montaña.
En el camino llegaron a la primera zona, era oscura y la luna perdía brillo, y empezó la daga a ponerse de color roja indicando el peligro. De pronto aparecieron unas criaturas de la nada, eran horribles, parecían bueyes con cuerpos de hombres, eran como 50 bestias salvajes con esos ojos rojos.
Joseph fue el primero en enfrentarlos, saco su espada y se concentro en el espíritu del tigre y la espada arrojo un fuego inmenso y candecente que cego a las bestias, y cuerpo a cuerpo los tres fueron derrotándolas, matándolas en el pecho a espadas, lanzas y flechas de arco.
La segunda zona, la luna brillo mas, la daga se puso violeta y aparece una criatura, era parecida a un águila, que luego se transformo en ser humano, pero era el anciano mentiroso del bosque de MIsial, que los engañaba para que tomasen otro camino, y la daga lo reconoció y se coloco roja, y empezó la lucha, Arthur saco el arco y dio en el corazón del anciano mentiroso y este cayo muerto al instante despertando a los cadáveres de la noche, que Arthur con el espíritu del OSO y el viento los arrojo a los abismos de la montaña.
La tercera zona, la luna se puso menguante en señal de odio a los intrusos, era habitaba por MER, el hombre de los tres ojos, una criatura abortada por la naturaleza, no pudo ser engendrada, era poderoso, sus manos eran garras de acero y pies de cobre, nadie lo había vencido. Entonces los muchachos lo observan y este ataca a Joseph, hiriéndolo en sus brazos con las garras, y LILA Y ATRHUR acuden en su ayuda clavándole la lanza por la espalda y flechas en sus ojos.
LILA despeja el camino con el poder de la tierra, y lo hace más accesible para poder llegar a la montaña. Llegan a lo alto de la montaña y ven el aro de fuego que les indica donde queda el LAGO DE AGUAS VERDES, indicándoles al norte. Siguen viajando, prueban algunos alimentos hasta que llegan al LAGO DE AGUAS VERDES. Solo quedaba despierto GORAS, que los esperaba flotando en medio del lago. Empezó a reír cuando los vio alardeando su maldad y poder. Era un señor que vestía ropas negras, y con fuerte viento tenebroso que lo rodeaba. Era alto y sin rostro usaba una mascara plateada.
- Ustedes no podrán vencerme- decía
- Piensan destruir el libro, no puede ser destruido sin su pluma, además tengo al abuelo jajá- añadía con voz de trueno
Joseph lo miro fijamente mientras lanzaba de la oscuridad al abuelo que caya al piso y se lanzo a matarlo, los dos lucharon cuerpo a cuerpo, GORAS conocía artes combativas, era muy rápido y casi vencía a Joseph que estaba herido. Cuando GORAS se disponía a clavarle la mano en su corazón, ARTHUR y LILA unieron sus fuerzas y lanzaron su poder contra el, de oso y nereida, y solo lograron debilitarlo, entonces vino Joseph y le clavo la espada de la vida en el corazón a GORAS que de el salió la pluma y este murió nuevamente. Ya con la pluma y el libro era hora de arrojarlo al lago de aguas verdes, y acabar con todo y así lo hicieron, y enseguida el cielo brillo y los seres malignos volvieron al mundo irreal a dormir.
La humanidad respiro y la felicidad YACURAY volvió a resplandecer, y así termino el cuento de la PLUMA MAGICA.
LEWIS JOSE MONTERO SEMACARITT 2003111027
